A muchos y muchas nos enseñan desde la infancia que la vaca “da
leche”. Y así nos lo repiten en la publicidad. Y nos lo creemos.
Las vacas son mamíferos, como las personas humanas, y como tales
sólo dan leche cuando son madres, y la leche la producen para sus
crías. Igual las cabras y ovejas.
Pero ¿cómo consiguen incrementar la producción?
- Embarazando constantemente a la vaca para que de leche, inseminándola artificialmente, y separando al ternero al nacer (para que no se bebe “nuestra” leche); esta separación produce un gran trauma tanto a la madre como al hijo.
- Esto les produce un gran desgaste, siendo desechadas a los 5 o 6 años al reducirse su producción (cuando pueden vivir 20 años de forma natural), y enviadas al matadero para gelatinas, hamburguesas y salchichas.
Las crías, si son hembras, se criarán para que sean vacas
lecheras y seguir la explotación a las que han sometido a sus
madres. Si son machos, se criarán durante poco tiempo para acabar en
el matadero como “ternera”.
En la industria, las vacas viven en hacinamiento para aumentar el
rendimiento por granja; al vivir en condiciones poco higiénicas, se
les administran antibióticos directamente para prevenir infecciones
(el consumo de antibióticos para ganadería es mayor a nivel mundial
que para personas); también suelen recibir hormonas para aumentar la
producción. El ordeño automático también les produce lesiones en
las ubres y mastitis.
SALUD HUMANA
La industria láctea, ciertas multinacionales alimentarias, incluso
organismos oficiales, nos venden que la leche es un alimento
necesario especialmente por su calcio.
Muchos estudios (ver fuentes) contradicen la bondad de la leche
animal. Las mayores pruebas de que la leche no ayuda a tener más
reservas de calcio, sino al contrario, es que en países donde mayor
es el consumo de leche (Estados Unidos) es donde más osteoporosis
hay; al contrario, personas que no toman lácteos (China rural,
personas alérgicas a la proteína de leche…) no tienen mayores
problemas de salud.
Hay muchos vegetales ricos en calcio, como brócoli, lechuga, frutos
secos, naranja…
Fuentes:
@animanaturalis |
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